¿Qué es la etiqueta energética?
La etiqueta energética es sin discusión el documento más importante del certificado energético y el escogido para encabezar todos los anuncios de alquiler y venta. Es el que resume de una manera muy visual el nivel del inmueble en cuanto a eficiencia energética.
La etiqueta energética sirve par ahorrar dinero
De todas maneras, muchos clientes me preguntan a lo largo de mis visitas lo mismo: ¿Para qué sirve el certificado energético?. Fíjense que no dicen “¿Qué es la etiqueta energética?”, sino la pragmática “¿Para qué sirve?”. Después de años de experiencia, he desistido en activar los resortes de la conciencia ecológica y del mantra de “la mejor energía es la que no se consume”, y me dispongo a contar mi pequeño cuento.
Una historia sobre un edificio con todos sus pisos en alquiler y con un posible inquilino enamorado del edificio, pero que no tiene claro si le conviene más el ático, el sobreático, el bajo o el piso del segundo. Quizás la etiqueta energética le ayude a decidir, porque si la calificación es mejor, gastará menos en facturas de gas o eléctricas al año.
En definitiva, la etiqueta energética nos orienta sobre si el piso será un agujero económico en cuanto a suministros, o no. Este pequeño cuento tan elocuente que dispara a la economía familiar siempre es prologado por las frases “Usted ha visto los diagramas de barras de colores de los electrodomésticos o las pegatinas de los parabrisas de los coches con la letra, ¿no? Pues la etiqueta energética es lo mismo, trasladada a su piso. Hay etiquetas energéticas de electrodomésticos, coches, y pisos”.
Información de la etiqueta energética
Cada comunidad autónoma gestiona la entrega de la etiqueta energética. Yo contaré el caso de la Comunidad Autónoma de Cataluña.
En Junio de 2013, cuando se empezó a aplicar el Real Decreto 235/2013, el proceso automatizado del Institut Català de l’Energia finalizaba con la recepción vía email por parte del técnico certificador de la etiqueta en formato pdf, que contenía los datos del edificio (dirección, normativa aplicada, tipología), el código de registro y la caducidad del certificado, el diagrama de barras con las calificaciones del consumo de energía primaria y emisiones y, finalmente, un código QR para poderse descargar en el móvil el documento de manera instantánea.
En 2017, a la etiqueta energética se añadió como extra otro archivo descargable que resumía el gasto energético del inmueble de una manera mucho más gráfica, indicando en qué lugar se encontraba dentro de la media general dentro de la Comunidad Autónoma, no solamente entre todos los edificios certificados, sino en los inmuebles certificados con la misma calificación.
Más allá del ahorro
Quizás en un futuro la etiqueta energética sea más que una incitadora al ahorro, pero es indudable que la motivación económica es la que habitualmente mueve los hilos de todo. Si la responsabilidad en el consumo de los recursos terrestres se consigue de esta manera, bienvenida sea.