El sonómetro profesional es una herramienta de medición que se utiliza para determinar la presión sonora. Más exactamente, el sonómetro evalúa el nivel de ruido de una zona determinada en un instante determinado.
La unidad de medida empleada por el sonómetro es el decibelio. Son dB SPL a no ser que se utilicen curvas, como en el caso del sonómetro integrador.
Si el sonómetro se emplea para medir la contaminación acústica, hay que considerar cual es el objeto de medición, ya que el ruido puede surgir de distintos emisores por diferentes causas. Para cubrir la gran variedad de sonido ambiental existente (impulsivo, continuo…), se dispone de sonómetros específicos que posibilitan la medición correspondiente.
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Tipos de sonómetro
El tipo de medición del sonómetro puede ser manual o programada. El tiempo entre mediciones de nivel sonoro, cuando está programado, depende del tipo de modelo.
Existen modelos que posibilitan el almacenamiento automático, desde menos de un segundo hasta 24 horas. También existen sonómetros capaces de programar un inicio y un final del periodo de medición.
Las normas que deben seguir los fabricantes de sonómetros, según la CEI (Comision Electrotécnica Internacional), son la CEI 60651 y la CEI 60804. El objetivo es que todos los sonómetros obtengan el mismo valor del nivel de ruido de una zona determinada en un instante determinado.
Según las siglas en inglés la CEI se conoce como IEC (International Electrotechnical Commission), con lo que las normas se denominan IEC 60651 y IEC 60804 que determinaban las clases de sonómetros:
- Sonómetro clase 0: Utilizado en los laboratorios para la obtención de niveles de referencia.
- Sonómetro clase 1: Para el trabajo de campo de precisión.
- Sonómetro clase 2: Para la toma de medidas generales en trabajos de campo.
- Sonómetro clase 3: De menor precisión, solo se emplea para medidas aproximadas, se suele emplear en exámenes previos.
Desde el año 2003 las normas se unifican en una sola denominada IEC 61672. Dicha norma suprime las clases 0 y 3. La diferencia es que solo hay sonómetros clase 1 y clase 2.
Partes del sonómetro
Independientemente de que clase sea el sonómetro, está constituido por:
- El micrófono con un rango de trabajo para frecuencias entre 8 Hz y 22 kHz.
- El circuito que procesa la señal obtenida, de forma electrónica.
- La unidad de lectura que puede ser de tipo led, pantalla digital…
- La mayoría de los sonómetros disponen además de una salida tipo Jack (situado generalmente en un lateral del equipo), que posibilita la conexión a un osciloscopio y de esta forma añadir una visualización de la figura de la onda sonora.
Funciones del sónometro
Principalmente, el sonómetro debe asistir al técnico a la hora de realizar una medición de ruido. Hay múltiples razones por las que solicitar una medición de ruido, y el aparato debe ser capaz de adaptarse a las exigencias de cada análisis.
Actualmente, gracias al avance en los circuitos electrónicos, los sonómetros son capaces de efectuar distintas funciones como:
Variar rangos de amplitud
Elegir el rango dinámico de amplitud determinada, mediante un interruptor generalmente identificado como “Range”, de forma que se obtienen optimas relaciones de señal/ruido en la lectura.
Normalmente disponen de 3 intervalos seleccionables, 20-80 dB, 50-110 dB y 80-140 dB. El mas utilizado es el segundo intervalo ya que va desde el nivel máximo de ruido exigido para el descanso hasta el nivel mínimo que produce sensación de dolor.
El tercer nivel se suele emplear en ambientes muy contaminados acústicamente. Los sonómetros más avanzados ya disponen de un rango que cubre todos los intervalos, desde 20 dB hasta 140 dB, cubriendo así todas situaciones posibles.
Curva de ponderación
En ciertos sonómetros, denominados sonómetros integradores, es posible seleccionar la curva de ponderación que se emplea, mediante un interruptor identificado como “Weighting”: Los tipos de curvas:
- Curva A (dBA): Valora la respuesta del oído frente a sonidos de baja intensidad. Es la curva más semejante a percepción real del oído humano, aunque existen estudios actuales que dudan de esta conclusión. Se usa para la determinación del nivel de contaminación acústica y el peligro que corre la persona que esta expuesta a ese ruido. Por lo tanto, es la curva que utilizan en las normativas.
- Curva B (dBB): Valora la respuesta del oído frente a sonidos de media intensidad. Es la curva menos empleada ya que no tiene muchas aplicaciones prácticas. Hay bastantes sonómetros que no la tienen incluida.
- Curva C (dBC): Valora la respuesta del oído frente a sonidos de alta intensidad. Por lo que se utiliza tanto como la curva A para determinar los niveles de contaminación acústica. Se emplea específicamente para la medición de sonidos más graves.
- Curva D (dBD): Se emplea específicamente para la medición de los sonidos generados por los aviones.
- Curva U (dBU): Es una de las ultimas curvas establecidas, se emplea específicamente para la medición de los ultrasonidos, no perceptibles por los seres humanos.
Además de la ponderación en frecuencia, también es posible la ponderación en el tiempo. Es decir, en la velocidad con la que se toman las medidas. La normativa define cuatro velocidades:
- Lento (“S”, slow): El valor es de un segundo aproximadamente.
- Rápido (“F”, fast): El valor es de 125 milisegundos. Es una velocidad más precisa ante fluctuaciones.
- Impulso (“I”, impulse): El valor es de 35 milisegundos. Valora la respuesta del oído frente a sonidos de corta duración.
- Pico (“P”, Peak): El valor es de entre 50 y 100 milisegundos. Es el más pequeño y sirve para valorar la posibilidad de un deterioro en el oído ante un sonido corto, pero de gran intensidad.
Accesorios y otros instumentos
Además del sonómetro, existen múltiples accesorios para mejorar la medición:
- Trípodes
- Fuentes de alimentación
- Prolongadores
- Filtros
- Pantallas protectoras
- Calibradores acústicos portátiles: Sirve para ajustar el sonómetro mediante sonidos a determinadas frecuencias. Se debe emplear cada cierto tiempo de uso del sonómetro.
Además de los sonómetros, existen los dosímetros,que marcan el grado de presión sonora conforme al tiempo de la exposición. Se utiliza para valorar los peligros de exposición prolongada a sonidos intensos, indicado como porcentaje de tiempo máximo permitido en las 8 horas de una jornada laboral.
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