Ingenieros o instaladores especialistas en legalización de instalación contra incendios en Málaga

La legalización de las instalaciones contra incendios en cualquier edificación es un aspecto crucial para garantizar la seguridad de las personas y la integridad de los bienes materiales. En la provincia de Málaga, como en el resto de España, es obligatorio que estas instalaciones cumplan con la normativa vigente para poder operar de manera legal. Este proceso de legalización se inicia con la elaboración de un proyecto técnico adecuado a las características específicas de cada edificio y a los riesgos de incendio asociados a su uso. El proyecto técnico debe ser desarrollado por un técnico competente y debe contener, entre otros, planos detallados de la instalación, cálculo de cargas de fuego, descripción de los equipos de protección contra incendios y de las medidas de detección, alarma y extinción previstas, así como un plan de mantenimiento y revisión periódica. Una vez elaborado el proyecto técnico, este se presenta para su aprobación en el órgano competente de la administración local o autonómica, que en el caso de Málaga puede ser el Consorcio Provincial de Bomberos o la delegación territorial de la Consejería de Desarrollo Sostenible de la Junta de Andalucía, dependiendo del tipo de instalación y de la normativa aplicable. Tras la presentación del proyecto, se lleva a cabo una revisión del mismo y, si cumple con todos los requisitos, se concede una licencia de instalación. Posteriormente, una vez finalizada la instalación de acuerdo con el proyecto aprobado, debe realizarse una inspección final por parte de la autoridad competente o de un organismo de control autorizado, que verificará la correcta ejecución y funcionamiento de los sistemas de protección contra incendios. Finalmente, si la instalación es conforme, se emite un certificado de instalación o, si fuera necesario, una licencia de apertura que permitirá el uso de las instalaciones de forma legal. Este certificado debe ser conservado y presentado ante las autoridades en caso de inspección o revisión y demuestra que la instalación ha sido registrada y aprobada conforme a las regulaciones de protección contra incendios. Es también responsabilidad del propietario o gestor del edificio asegurarse de que la instalación se mantiene en condiciones operativas y que pasa las inspecciones de mantenimiento periódicas requeridas por la ley.