Arquitectos e ingenieros especialistas en legalizar nave en Cantabria

Legalizar una nave en Cantabria, al igual que en cualquier otra comunidad autónoma de España, implica cumplir con una serie de trámites burocráticos y técnicos, que deben ser llevados a cabo acorde a la normativa vigente. Este proceso comienza con la obtención de la información necesaria sobre la parcela donde se ubica o se va a construir la nave, verificando la compatibilidad del uso deseado con la normativa urbanística aplicable.

Inicialmente, es necesario comprobar en el ayuntamiento correspondiente el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) o las Normas Subsidiarias para confirmar que la ubicación está clasificada como suelo apto para uso industrial o agropecuario, según corresponda. Posteriormente, se debe proceder a la elaboración de un proyecto técnico que deberá ser redactado por un arquitecto o un ingeniero y que contenga todos los detalles constructivos, medidas de seguridad, accesibilidad, impacto ambiental y cualquier otra especificación técnica que exijan las autoridades locales.

Con el proyecto en mano, se solicita la licencia de obras en el ayuntamiento, la cual, una vez concedida, permitirá iniciar la construcción o adecuación de la infraestructura. Durante la ejecución de las obras, se deben seguir todas las indicaciones del proyecto y las normativas en materia de construcción, seguridad laboral y ambientales. Es probable que se requiera también la coordinación con otros organismos como el servicio de bomberos, la consejería de medio ambiente, entre otros, para las correspondientes inspecciones y certificaciones.

Una vez terminada la construcción, es necesario solicitar la licencia de primera ocupación y la licencia de actividad, que son otorgadas por el ayuntamiento tras verificar que la obra se ha ejecutado conforme al proyecto aprobado y que cumple con todas las condiciones técnicas y legales. La licencia de actividad es particularmente importante, pues certifica que la nave cumple con los requisitos para llevar a cabo las operaciones previstas.

Finalmente, es imprescindible estar al tanto de la necesidad de contratar seguros, como el de responsabilidad civil, y de mantener un seguimiento periódico de las instalaciones para asegurar que se continúan cumpliendo las normativas y que la nave puede seguir operando legalmente.