Informe técnico estructural
¿En qué consiste un informe técnico estructural? ¿Cuánto cuesta? ¿Cuándo lo necesito? Nosotros te contamos todo lo que necesitas saber.
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Todo lo que necesitas saber sobre informe técnico estructural
Normativa y requisitos del informe técnico estructural
La redacción de los informes técnicos de estructuras no está regulada por ninguna normativa específica. No se ha emitido ninguna ley que apruebe un reglamento oficial de inspección y elaboración de estos informes. Esto significa que los técnicos deberán aplicar su experiencia y criterio para determinar cómo se desarrollará tanto la inspección, como la redacción, pero también para valorar qué tipos de ensayos (y cuántos) se necesitarán en cada caso.
En cualquier caso, la actuación no queda en el aire, y aunque ninguna ley obliga a seguir un método, el técnico sí debe justificar su actuación por medio de la aplicación de otras leyes que sí tratan aspectos parciales, tangenciales o generales relacionados con este ámbito. Por eso, debe especificar las leyes que ha tenido en cuenta y aplicado en cumplimiento de las normas de edificación, ordenación, ensayos de materiales y seguridad.
Como decimos, no existe una regulación específica. Pero sí existen muchísimas leyes y normas que afectan al sector de la edificación y la seguridad en las construcciones. Te mostramos algunas que conviene tener en cuenta.
– Real Decreto 314/2006, de 17 de marzo, por el que se aprueba el Código Técnico de la Edificación. El Código Técnico de Edificación establece las exigencias de calidad que deben cumplir los nuevos edificios y las pautas que se deben respetar en la construcción de cualquier inmueble. Debes tener en cuenta que el Código Técnico de Edificación regula para los edificios posteriores al 2006, por lo que si tu edificio es anterior (un caso muy frecuente, la antigüedad suele ser la principal causa de patologías estructurales), quizá debas acudir a normas anteriores.
– Real Decreto Ley 8/2011, de 1 de julio, de impulso de la rehabilitación de edificios, que introduce la inspección técnica de edificaciones. Este es un control técnico periódico de las edificaciones, preferentemente de las de uso residencial, que se está aplicando en muchas localidades. El objetivo de la inspección técnica de edificaciones es evaluar la adecuación de los edificios a las normas de seguridad, salubridad, accesibilidad y ornato. También determina las obras que se necesitan para mantener a los edificios en el estado exigido por la ley. Entre los puntos de interés de la inspección está la estructura del edificio. En los arts. 21 y 22 se regula la obligatoriedad de esta inspección y sus efectos.
– Normativa autonómica y municipal. Las comunidades autónomas y los ayuntamientos también desarrollan su propia normativa que regula tanto los procedimientos administrativos como algunas circunstancias, exigencias de seguridad o métodos de actuación relacionados con la edificación y las inspecciones técnicas. También debes considerar los planes de ordenación territorial de los ayuntamientos, así como otros detalles relacionados con los usos del suelo.
¿Qué es el informe técnico estructural?
No te vamos a descubrir nada nuevo si te decimos que los edificios envejecen. El paso del tiempo hace mella en ellos como lo hace en cualquier instalación, instrumento, maquinaria o dispositivo. Los edificios soportan las inclemencias del tiempo, el viento, el sol, la lluvia, la humedad, las temperaturas abrasadoras del verano español y, en muchos sitios de nuestra geografía, también inviernos crudos.
Las fachadas se pintan cada pocos años y el interior de las viviendas se va reformando conforme los materiales se deterioran, pero los edificios también envejecen por dentro, donde no es tan fácil actuar como cambiar un enchufe o pintar el dormitorio. Los materiales que componen los huesos de los inmuebles también deben resistir convenientemente el deterioro, sean viejos o jóvenes. ¡Más nos vale que lo hagan! Dentro habitamos y trabajamos las personas, así que mantener a los edificios sanos y en pie es una prioridad.
Para mantenerse en pie también hacen falta buenos cimientos, y un terreno firme y bien trabajado para resistir el peso de las estructuras. Con el tiempo los sustratos pueden cambiar, o pueden revelar detalles inesperados que hagan peligrar los edificios que sostienen.
La suma de unas cosas y otras puede llevar a graves problemas y accidentes que no podemos permitir. Del mismo modo que a una persona enferma se le hace un diagnóstico médico, un edificio enfermo debe ser diagnosticado por un profesional. Y ese diagnóstico toma la forma de un informe técnico estructural.
Para averiguar la situación de salud del edificio, un «médico» debe inspeccionarlo. El análisis que haga puede ir desde la mera inspección visual al las pruebas diagnósticas más complejas, y el objetivo de todo es determinar cuánto y cómo de dañada está la estructura que sostiene y conforma el edificio. Pero también puede resultar en un diagnóstico positivo, en el que la inspección simplemente sirva para conocer y definir mejor la estructura del edificio y sus características.
Sea como sea, esa inspección se refleja en el llamado informe técnico estructural. Este es un documento elaborado y firmado por el técnico competente, en el que se define y caracteriza la estructura de la edificación. Es un documento que puede ser necesario en muchas gestiones diferentes y como complemento o informe que acompañe a muchos procedimientos. Para su elaboración hará falta un técnico especializado (arquitecto o ingeniero, según sea el caso), y es posible que sea necesaria la toma de muestras y los ensayos.
Estos ensayos pueden ser inocuos y no destructivos, como por ejemplo las técnicas de ultrasonidos, el uso de robots con cámara que se introducen en espacios de difícil acceso, o la medición de temperatura y humedad con termohigrómetros, entre otros muchos posibles. Pero también pueden ser destructivos, como las temidas catas (la demolición parcial de una parte del edificio para poder observar puntos que sería imposible ver de otro modo) o los estudios geotécnicos debajo del propio edificio.
En definitiva, la elaboración del informe es algo complejo que requiere atender a muchos detalles, y que no siempre puede hacerse sin alterar un poco el edificio.
¿Cómo conseguir un informe técnico estructural?
El informe técnico estructural debe ser realizado por un profesional independiente, capacitado para el estudio y la ejecución de las pruebas necesarias. El tipo de especialista dependerá del tipo de edificio. Así, el informe técnico estructural de una vivienda será materia de arquitectos o arquitectos técnicos. Estos también se encargarán de otras edificaciones que por sus especiales características sean de su exclusiva competencia. Las naves industriales y los locales comerciales pueden ser inspeccionados por un ingeniero o un ingeniero técnico industrial o mecánico, por ejemplo.
Es posible que estos profesionales ya tengan una relación previa con el edificio, algo muy positivo. Por ejemplo, si han sido los proyectistas de la construcción del inmueble, conocen mejor que nadie los detalles estructurales y los pormenores.
Lo más común es que también participen los colegios profesionales a los que pertenezcan los técnicos redactores del informe (dependerá del objetivo final de la inspección). El colegio profesional recibirá el informe técnico estructural y le dará el visado. Es decir, «el visto bueno».
Si necesitas este informe, lo primero que debes hacer es contactar con una empresa especializada o un profesional independiente. Concertaréis una cita para que el técnico haga una inspección visual del edificio. Te requerirá cierta documentación que estará en tu poder:
– Datos que te identifiquen como propietario de la vivienda, arrendatario u otro responsable o implicado.
– Datos catastrales de la vivienda.
– Proyectos de la vivienda.
– Informes previos. Especialmente si derivaron de patologías anteriores que fueron subsanadas.
Durante su visita, el técnico tomará datos, fotografías y medidas, y es posible que también haga catas (toma de muestras) con los que realizar ensayos normalizados. Los más comunes son:
– Ensayos de hormigón, como la rotura a compresión de testigos o test de aluminosis.
– Recogida de muestras de agua. Su composición puede ser indicio de problemas.
– Excavaciones. A veces es necesario observar o tomar muestras de los cimientos o el terreno.
– Análisis de materiales. Es la manera de comprobar su calidad y el grado de deterioro que presentan, microscópico o macroscópico.
Es posible que se necesiten otras inspecciones y visitas, así como más ensayos de confirmación o análisis. En cualquier caso, el técnico recopilará toda la información y terminará redactando el informe técnico estructural. En general, contendrá la siguiente información:
– Datos del inmueble y de los titulares o arrendatarios.
– Descripción del inmueble y su uso.
– Relación de informes o ensayos previos.
– Caracterización de la estructura.
– Análisis estructural y estimación de cargas.
– Estudio de posibles patologías.
– Ensayos realizados.
– Conclusiones que el técnico considera pertinentes.
Acabado el informe, es bastante probable que necesite el visado del colegio profesional. Después, podrás continuar con el trámite por el que se te había requerido. En la mayoría de los casos tendrás que entregarlo en el área de urbanismo del ayuntamiento.
El precio dependerá de la tipología del informe y su objetivo. Deberás pagar los honorarios del técnico (inspección y redacción del informe), los costes de los ensayos realizados y, si es necesario, las tasas del visado colegial.
¿Cuándo solicitar un informe técnico estructural?
Los informes técnicos de estructuras pueden ser requeridos para varios trámites y gestiones. En principio, te interesará que la estructura del edificio pase por una inspección técnica:
– Para obtener información útil que te permita evaluar su comportamiento presente y del futuro cercano.
– Para evaluar las causas de posibles daños, anomalías y deficiencias, así como para determinar con mayor detalle y extensión la posible degradación. Con esta información podrás saber hasta dónde llega alguna patología estructural, su importancia y grado, y podrás intervenir con más precisión, con técnicas convenientemente adaptadas y lo menos intrusivas posible. Ten en cuenta que si conoces bien a qué te enfrentas, mayor precisión tendrá la acción correctora. Es como en una operación de cirugía: la idea es intervenir lo menos posible y con la mayor eficacia.
– Para que las intervenciones, en caso de ser necesarias, estén definidas y planeadas con un plazo de tiempo razonable y suficiente. Es decir, que no tengas que hacer intervenciones de urgencia.
– Para controlar el comportamiento de las intervenciones que se hayan hecho, si se da el caso. Si tu edificio ha pasado por intervenciones correctoras en el pasado, querrás saber si están cumpliendo con su cometido, de qué manera y con qué intensidad.
La información que puedes obtener con el informe técnico estructural, señalada arriba, puede tener un objetivo directo como el del análisis de la salud del edificio. Pero eso puede estar motivado o requerido por otras necesidades o trámites que apoya, complementa o es parte imprescindible.
Los trámites y gestiones más comunes para los que querrás o necesitarás un informe técnico de estructura son:
– Las reclamaciones por daños estructurales. La estructura de los edificios puede sufrir deterioro por muchas causas, pero algunas pueden ser achacadas a acciones y omisiones de terceros que podrían tener que responsabilizarse. Para eso, lo primero es conocer el alcance de los daños y el coste de las intervenciones.
– Análisis de cargas por cambio de uso. Las cargas que soporta la estructura de un edificio son las derivadas del peso de los materiales de la construcción, el peso de los factores ambientales y climáticos, y el peso del mobiliario, las personas y la actividad que se realice en el interior. El edificio está construido y diseñado para soportar cierta cantidad de carga, pero si los usos del inmueble varían y las cargas cambian, la estructura puede verse afectada.
– Comprobación del cumplimiento de la normativa, para poder obtener diversos permisos y licencias. Por ejemplo, la licencia de obra mayor, el cerramiento de terrazas o la cédula de habitabilidad son permisos que requieren un informe técnico estructural.
La inspección del edificio y la correspondiente redacción del informe tardarán más o menos según el tamaño del inmueble, la cantidad y dificultad de las posibles patologías y la profundidad del estudio. Comprenderás que esto no se hace en un par de días. Tenlo en cuenta e infórmate bien, porque si necesitas el informe para acompañar o completar otro trámite que dependa de él, no podrás acabarlos antes de haberlo finalizado. Según las circunstancias, eso podría poner en riesgo algunos trámites administrativos o privados.
Cuanto cuesta informe técnico estructural
Un informe técnico estructural es un documento que evalúa la integridad y seguridad de la estructura de un edificio, verificando que cumple con las normativas vigentes. El coste de un informe técnico estructural puede variar según varios factores, como la ubicación del inmueble, la complejidad de la estructura, la necesidad de estudios adicionales, y el tamaño y tipo del edificio.
En términos generales, el precio de un informe técnico estructural puede oscilar entre los 200 y 800 euros. Para estructuras sencillas y de pequeña envergadura, como viviendas unifamiliares o locales comerciales pequeños, el costo suele situarse en la parte baja de la horquilla, alrededor de 200 y 400 euros. Por otro lado, para edificaciones más grandes y complejas, o aquellas que requieren análisis más detallados, los precios pueden escalar hasta aproximadamente 800 euros.
Es importante destacar que este informe debe ser realizado por profesionales cualificados, como arquitectos o ingenieros, y su elaboración implica la inspección física de la edificación, el análisis de los materiales y el diseño estructural, así como la elaboración de conclusiones y recomendaciones sobre la seguridad y estabilidad de la estructura evaluada.
Finalmente, el informe técnico estructural no solo sirve para confirmar la seguridad estructural en el momento actual, sino que también puede ser utilizado como una herramienta para la planificación de reparaciones, la renovación y el fortalecimiento de estructuras, asegurando así la integridad y durabilidad de los edificios a largo plazo.
300€ - 9000€
1 - 3 meses
Arquitectos o ingenieros dependiendo del tipo de inmueble y estructura
No
¿Te surgen más dudas sobre informe técnico estructural? Nosotros te las resolvemos
- Datos del inmueble y de los titulares o arrendatarios.
- Descripción del inmueble.
- Uso del inmueble.
- Informes o ensayos previos.
- Caracterización de la estructura.
- Análisis estructural y estimación de cargas.
- Estudio de posibles patologías.
- Ensayos.
- Conclusiones.
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