Legalización de instalación de aire comprimido
¿En qué consiste una legalización de instalación de aire comprimido? ¿Cuánto cuesta? ¿Cuándo la necesito? Nosotros te contamos todo lo que necesitas saber.
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Todo lo que necesitas saber sobre legalización de instalación de aire comprimido
¿Cuándo solicitar una legalización instalación aire comprimido?
Deberás solicitar una legalización de una instalación de aire comprimido siempre que pongas en marcha un proyecto en el que se incluya maquinaria que haga uso de aire comprimido. Además, también tendrás que solicitar la legalización de una instalación de aire comprimido si se adquiere un negocio por traspaso y el anterior dueño no se ocupó de legalizarla. Por último, existirán acciones que, por su importancia y peligrosidad requerirán de un proyecto de instalación previo.
Todas las instalaciones de aire comprimido deberán estar legalizadas independientemente de la fecha de compra de los productos industriales o de la instalación de las tuberías.
Hay casos en los cuales la magnitud de la instalación es tal que, por su peligrosidad potencial, será necesario que conste un proyecto previo de instalación de la maquinaria de aire comprimido. De forma general, y teniendo en cuenta la posibilidad que han tenido las comunidades autónomas de desarrollar esta normativa básica, estas instalaciones serán las siguientes:
Aquellas en las que la suma de las cifras de la presión máxima de todos los equipos que componen el total de la instalación en un bar por volumen de litros, en todos los equipos a presión conectados de forma permanente en la misma instalación es superior a 25.000. En otras palabras, cuando tienes un montón de cañeros…
Cuando los equipos de la empresa en cuestión puedan generar un aumento de presión por estar sometido, siempre o en ocasiones, a la acción de una llama, a una aportación de calor con peligro de sobrecalentarse o a la acción potencial de reacciones químicas, siempre que la suma de los productos de la presión máxima del servicio por volumen de litros de cada uno de los equipos a presión conectados a la misma instalación sea superior a 10.000. En otras palabras, cuando tengas menos cañeros pero éstos se encuentren cerca de la plancha…
Si los equipos de aire a presión contienen fluidos peligrosos en cantidades superiores a la máxima fijada por la normativa para permanecer exentos de tal proyecto de instalación.
Entre las obligaciones de los usuarios de equipos a presión podemos encontrar las más lógicas (no utilizar los equipos si no cumplen los requisitos mínimos, conocer y aplicar las instrucciones de los fabricantes), pero también algunas más específicas que pueden resultar de interés. De entre estas últimas podemos citar la necesidad de disponer de cierta documentación en relación con su equipo.
En relación a esa documentación podemos citar los siguientes documentos: las declaraciones de conformidad de los equipos, el certificado de instalación, el proyecto de instalación en el caso de que fuere necesario, el acta de la última inspección periódica realizada sobre los equipos y las certificaciones de modificaciones o reparaciones.
¿Cómo conseguir una legalización instalación aire comprimido?
Estos trámites pueden ser realizados por los llamados organismos de control autorizados, que son entidades públicas o privadas (usualmente esta segunda opción), que verifican el cumplimiento de las condiciones de seguridad de carácter obligatorio de productos e instalaciones industriales, mediante actividades de certificación, inspección y auditoría.
Tras la entrada en vigor del Real Decreto 2060, del año 2008, estas empresas deberán estar registrada, y asumen el nombre de Empresas Instaladores de Aparatos a Presión.
Esta empresa, dependiendo de la magnitud de los equipos a analizar, realizará bien un proyecto de instalación o una memoria descriptiva sobre la legalización de una instalación de aire comprimido, además de los certificados de los equipos a presión y el certificado, en su caso, de la instalación.
Bien, aquí puedes tener algunos problemas, ya que la normativa autonómica será la que específicamente establezca la documentación concreta que tienes que presentar ante la administración correspondiente para conseguir la legalización de una instalación de aire comprimido.
Así, el completo conocimiento de esa legislación autonómica es fundamental para no equivocarnos con este paso, por lo que será recomendable dejar todos estos actos en manos de una gestoría. Será un dinero bien gastado, porque tendremos la seguridad de que las cosas se hacen acorde a derecho y podremos desentendernos de plazos y formatos.
De manera más o menos general podemos establecer un listado documental que se requerirá siempre, y al que tendremos que adjuntar el correspondiente en cada lugar. Dentro de estos requisitos mínimos tendremos que presentar de cara a la legalización de una instalación de aire comprimido el certificado de homologación o registro del tipo de maquinaria que incluye el mecanismo de aire comprimido, el certificado de conformidad de producción de ese equipo, las actas de pruebas que debe adjuntar el constructor, el certificado de puesta en marcha que debió proporcionarnos el instalador y las instrucciones del dispositivo que funcione con aire comprimido.
La documentación para una legalización de una instalación de aire comprimido la tendremos que presentar ante la Delegación Territorial de Industria en la comunidad autónoma correspondiente en la cual esté incardinada la empresa cuyas instalaciones pretendamos legalizar.
Es imposible fijar el coste total de este trámite, ya que la mayor parte de él vendrá de pagar a la empresa autorizada para realizar la legalización de una instalación de aire comprimido, y estos honorarios variarán mucho dependiendo de cómo sea tal instalación, su tamaño, la necesidad de realizar reformas y otros factores…
A ello tendrás que sumar, si sigues nuestro consejo, los honorarios de la gestoría, si es que quieres tener la seguridad de que todos los actos se realizan de la forma adecuada y sin problema alguno.
¿Qué es la legalización instalación aire comprimido?
Al hablar de la legalización de una instalación de aire comprimido lo hacemos del conjunto de trámites que debemos llevar a cabo para que una instalación en la existe maquinaria de aire comprimido aparezca legalizada.
Así, debemos de tener en cuenta dos factores fundamentales: qué tipo de instalaciones conllevan maquinaria con aire comprimido y cuáles serán esos trámites. Y dentro de los trámites habrá que atender a quién los puede realizar, el lugar donde tendremos que presentarlos y la normativa vigente a observar en su caso para proceder a la adecuada legalización.
El objetivo es conseguir que la instalación de aire comprimido sea conforme a derecho y que se someta a las inspecciones periódicas que, dependiendo de sus características, estén establecidas por Ley.
Cuando hablamos de instalaciones de aire comprimido lo hacemos de una enorme amalgama de maquinaria bien diferenciada, que puede ir desde una pequeña escopeta de aire comprimido hasta enorme maquinaria industrial. Este tipo de maquinaria tiene mucha presencia, por ejemplo, en un taller mecánico, pero no es descartable encontrarla en otro tipo de negocios.
Evidentemente, conocer bien las características de la misma tiene su importancia, puesto que no será lo mismo legalizar una carabina de aire comprimido o instalaciones de aire comprimido industriales. La normativa variará y, claro, los requisitos que nosotros debamos cumplir también.
De forma general, y para conseguir una descripción precisa, pero superficial, sobre las características del equipo de aire comprimido cada uno de ellos debe de llevar una placa distintiva en la que aparecerán, al menos, tres datos: la presión del diseño y presión máxima soportada en el servicio; el número de registro de ese equipo (de la carabina o de la máquina industrial, da igual, siempre tiene que aparecer); y la fecha de la primera prueba realizada con ese equipo.
Por equipo a presión o instalación de aire comprimido entendemos cualquier elemento diseñado y fabricado para contener fluidos a una presión superior a 0,5 bares. En pocas palabras, todos los elementos como aparatos a presión, recipientes a presión simple, equipos a presión, tuberías, depósitos acumuladores, compresores y otros.
Así, esos equipos a presión pueden aparecer en multitud de empresas, desde talleres mecánicos hasta establecimientos de hostelería, siendo especialmente importantes en el ámbito industrial, donde máquinas a presión son bastante frecuentes (ejemplos de ellos son prensas hidráulicas, compresores de aire, desmontadores de cubiertas máquinas de agua a presión…Todos ellos presentes en cualquier taller mecánico y en otras instalaciones con aire comprimido industriales).
En el caso de que la red de aire comprimido de una empresa no esté legalizada, deberás ponerte en contacto con una empresa instaladora de aparatos a presión, que deberá realizar unos trámites distintos dependiendo del tipo de red y el tamaño del equipo a presión, presentando ante la Delegación Territorial de Industria bien el proyecto o la memoria descriptiva de esa actuación, así como el certificado de instalación.
Superado el trámite los equipos a presión quedarán registrados y se les asignará una chapa estandarizada de industria que permitirá un seguimiento veraz sobre su funcionamiento y las inspecciones periódicas a las que deban someterse.
Normativa y requisitos de la legalización instalación aire comprimido
La normativa que habrá que tener en cuenta a la hora de emprender la legalización de una instalación de aire comprimido comprende una legislación marco de carácter estatal y variados desarrollos de tipo autonómico.
Entre la normativa estatal podemos citar el Reglamento Electrotécnico de Baja Tensión, aprobado en el año 2002. Además, existen previsiones de carácter normativo contenidas en el Real Decreto 2060 del año 2008, llamado Reglamento de Equipos a Presión, el Real Decreto 769, del año 1999, sobre clasificación de los equipos a presión; y el Real Decreto 138 del año 2011, o Reglamento de seguridad en instalaciones frigoríficas.
En cuanto a la normativa autonómica, la misma variará entre unas Comunidades Autónomas y otras, fijando, especificando y desarrollando la normativa básica estatal, Es por eso que resulta de gran interés conocerla detalladamente, lo cual puede resultar complicado debido a la sobreabundancia normativa.
La mejor opción es que todas las gestiones relacionadas con la legalización de una instalación de aire comprimido sean realizadas, pues, por una gestoría, con el fin de tener la certeza de que los documentos serán presentados en forma y plazo donde corresponda.
Para poner en marcha, por ejemplo, una instalación de aire comprimido en un taller mecánico necesitaremos cumplir una serie de requisitos. Así, tendremos que presentar un proyecto técnico realizado por técnico competente, que esté autorizado por el correspondiente colegio oficial (aunque este requisito no será exigible en instalaciones de menor riesgo, donde se puede presentar solamente un esquema de principios de la instalación).
Para la puesta en servicio de tales instalaciones necesitaremos al menos la concurrencia de tres documentos principales: el certificado de dirección técnica, siempre emitido por técnico titulado competente y visado por el colegio oficial correspondiente (siempre que sean instalaciones que necesiten de tal trámite), el certificado de instalación, suscrito tanto por la empresa instaladora como por su responsable técnico y en el cual se indique que dicha instalación cumple las previsiones legales al respecto y las declaraciones de conformidad de los equipos a presión de acuerdo a la normativa vigente.
Asimismo, habrá que tener en cuenta la obligatoriedad de establecer una serie de inspecciones periódicas sobre esas instalaciones de aire comprimido, que vendrán a adicionarse a las comprobaciones establecidas, en su caso, por el propio fabricante.
La periodicidad de las mismas variará dependiendo del equipo al cual nos estemos refiriendo, y tendrán tres niveles de inspección y categoría de equipos, que varían entre las inspecciones cada dos años hasta las que deben realizarse cada doce años o las que nunca serán obligatorias.
Estas inspecciones serán inspecciones en servicio (comprobación de la documentación de los equipos y análisis visual de los mismos) e inspecciones fuera de servicio (que adicionarán a las inspecciones anteriores la comprobación y pruebas de los accesorios de seguridad y otros elementos similares). Estas ultimas tienen que ser realizadas por los organismos de control autorizados, y para llevarlas a cabo se pondrá fuera de servicio el equipo a presión o instalación a inspeccionar.
Cuanto cuesta legalización de instalación de aire comprimido
El precio de la legalización puede variar en función de diversos factores, como la complejidad de la instalación, la comunidad autónoma en la que se realice, y el profesional o empresa contratada para llevar a cabo el proceso. No obstante, el coste medio para la legalización oscila entre aproximadamente 350 € y 1.500 €. Este rango de precios incluye desde la redacción del proyecto por un técnico cualificado hasta la obtención de los permisos correspondientes.
Es importante destacar que estos costos son orientativos y pueden modificarse de acuerdo con las necesidades específicas de cada instalación, incluyendo el tamaño de la misma y otros posibles requisitos municipales o autonómicos.
Para obtener una estimación más precisa, se recomienda solicitar presupuestos detallados de profesionales o empresas especializadas que puedan adaptarse al contexto particular de cada situación.
600€ - 3000€
7 días
Empresas instaladoras y/o mantenedoras inscritas en el registro de la Comunidad Autónoma. Si necesita proyecto un arquitecto o ingeniero tanto técnico como superior
No
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