Licencia de obras en Sevilla

La obtención de una Licencia de Obras en Sevilla, como en la mayoría de los municipios españoles, es un trámite imprescindible para poder llevar a cabo cualquier tipo de obra, ya sea de nueva planta, reforma, rehabilitación o demolición en un inmueble o en el terreno. Este proceso está regulado por el Ayuntamiento de Sevilla y su normativa urbanística correspondiente.

Para iniciar el proceso de obtención de la Licencia de Obras, el interesado debe presentar una solicitud en el registro del Ayuntamiento de Sevilla o a través de la Sede Electrónica, si cuenta con certificado digital. Esta solicitud debe ir acompañada de un proyecto técnico, que debe ser elaborado por un técnico competente y visado por el colegio profesional correspondiente.

El proyecto debe contener, como mínimo, una memoria descriptiva de la obra a realizar, planos detallados, un estudio básico de seguridad y salud y, en su caso, un estudio de detalle. Adicionalmente, si la obra tiene una afectación relevante en el entorno o se encuentra en una finca catalogada, se requiere un informe de compatibilidad urbanística.

Una vez presentada la solicitud, se inicia el periodo de evaluación. Durante este tiempo, pueden intervenir diferentes servicios técnicos municipales para asegurarse de que el proyecto cumple con la normativa urbanística, patrimonial, ambiental y de seguridad aplicable. Si la documentación está completa y el proyecto es conforme con las ordenanzas, se procede a la emisión de la licencia.

En el caso de que la licencia sea concedida, se procederá al pago de las tasas correspondientes; el importe de estas dependerá del tipo de obra y de los metros cuadrados a intervenir. Tras ello, se concede un plazo para iniciar las obras, que suele ser de seis meses, y otro para finalizarlas, generalmente de dos años, aunque estos plazos pueden variar en función de la envergadura del proyecto.

Es fundamental señalar que, una vez obtenida la licencia y finalizada la obra, se debe solicitar y obtener la correspondiente licencia de primera ocupación para poder utilizar legalmente el inmueble o la instalación realizada. Este último paso es clave para asegurarse de que la obra ejecutada se ajusta a lo proyectado y autorizado por la licencia de obras.