Proyecto de rehabilitación de fachada en Málaga

La realización de un proyecto de rehabilitación de fachada en el municipio de Málaga es un proceso meticuloso que comienza con la identificación de las necesidades específicas del edificio en cuestión. En primer lugar, se realiza una evaluación integral del estado actual de la fachada, identificando problemas como deterioro de materiales, fisuras, desprendimientos, infiltraciones de agua, y otros daños estructurales o estéticos.

Una vez efectuado este diagnóstico, se procede a la elaboración del proyecto de rehabilitación. Este debe ser llevado a cabo por un equipo multidisciplinario encabezado por un arquitecto o un aparejador, quien se responsabilizará de diseñar el plan de intervención y de dirigir los trabajos. El proyecto debe cumplir con la normativa local de urbanismo y con la normativa de edificación vigente, incluyendo aquellas disposiciones específicas para la conservación del patrimonio histórico, si el edificio estuviese dentro de esta categoría.

La propuesta de rehabilitación incluye la selección de materiales y técnicas de restauración apropiados, así como la planificación de las obras, con un cronograma que estime la duración de los trabajos. Es imprescindible incluir un estudio de seguridad y salud para garantizar un entorno de trabajo seguro y para prevenir incidentes durante la ejecución del proyecto.

Adicionalmente, el responsable técnico debe gestionar los permisos y licencias pertinentes ante el Ayuntamiento de Málaga. Esto requiere la presentación de toda la documentación del proyecto para su revisión y aprobación, incluyendo una memoria descriptiva, planos, pliegos de condiciones, estudios de seguridad, y una valoración económica.

Una vez aprobado el proyecto y concedidas las licencias, se procede a la selección de la empresa contratista que llevará a cabo las obras. Durante la ejecución, se efectúan supervisiones periódicas para asegurar que las obras se realicen conforme a lo establecido en el proyecto, tanto en términos de calidad como de plazos.

Finalmente, al concluir las obras, se lleva a cabo un proceso de recepción donde se verifica el cumplimiento de los objetivos del proyecto y, tras asegurar que todo es correcto, se emite un certificado final de obra. Este certificado es esencial para la actualización del estado del edificio en los registros municipales y para, en su caso, formalizar la finalización y conformidad con el proyecto de rehabilitación de la fachada.