La Unión Europea ha decidido retirar del mercado los focos halógenos para dar paso a nuevas lámparas más ecológicas y eficientes. Los focos han dejado de producirse desde el 1 de septiembre de 2016 pero podrán seguir vendiéndose en las tiendas hasta que terminen su stock.
En 2012 ya se dejaron de fabricar las bombillas incandescentes, esta vez ha llegado la hora de retirar los focos halógenos y en 2018 le seguirán el resto de bombillas halógenas. Este paso a nuevas tecnologías es fundamental si queremos seguir en el camino de la eficiencia.
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Si no sabes lo que son las lámparas halogenas, o porque las han prohibido, podemos resumir que son similares a las lámparas incandescentes de toda la vida pero el filamente se encuentra dentro de un gas inerte y de una pequeña cantidad de halógeno (suele contener yodo o bromo). Gracias a los gases se mejoraba el rendimiento del filamento y aumentaba su vida útil, el problema: el alto consumo, la contaminación y que queman y producen mucho calor.
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¿LED o halógeno?
Hace años que podemos contar con las bombillas con tecnología LED, que el año pasado en España ya suponía más del 50% de los ingresos del sector. Estas bombillas son las más elegidas porque a la vez de ahorrar energía producen hasta un 50% menos de calor y disminuyen en gran medida la emisión de dióxido de carbono.
Las bombillas LED pueden llegar a suponer un ahorro del 80% del gasto eléctrico de una vivienda de tamaño medio. La inversión de sustituir los halogenos por LED se recupera entre el primer y el segundo año. A partir de ahí todo es ahorro, además estás bombillas tienen una durabilidad mucho mayor, pasando de unas 3.000 horas a 70.000 horas de uso. Ya hablamos en otro post sobre lo mejor y lo peor de las luces LED.
Otra alternativa son las bombillas de bajo consumo o fluorescentes, estás tienen también un detalle negativo y es que contienen mercurio, por lo que deben reciclarse correctamente. Además no tienen un arranque instantáneo, sino que deben calentarse para dar toda la luz por completo.
De la energía que consumimos en nuestra residencia habitual aproximadamente un 25% de la energía se destina a la iluminación. Para poder disminuir el gasto de energía y su correspondiente gasto económico es necesario tomar varias medidas, ya que no sólo es importante la elección de las bombillas que compramos.
Seleccionar lámparas eficientes
Es importante elegir lámparas y bombillas eficientes como las que nombrábamos más arriba: de bajo consumo y de LED.
Nosotros aconsejamos el uso de LED por las siguientes razones:
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- Mayor duración
- Más luz con la misma energía y sin retraso en el arranque
- Menos emisión de calor
- Menos emisiones de Co2
- Ahorro económico
El único problema es el precio, ya que son más caras, pero se solventa con su larga duración y con su alta resistencia.
Regulación y control de la iluminación
Otra manera de ahorrar es instalando uno de estos sistemas de regulación y control de la luz, con los que podemos conseguir hasta un 60% de ahorro. Estos sistemas están más extendidos para uso en oficinas, grandes edificios, o comercios, pero muchos de ellos aplicados a nuestra vivienda pueden ser muy económicos de instalar y conseguir un gran ahorro.
- Detectores de presencia. Son utilizados para captar nuestra presencia y que las luces se enciendan cuando pasas por delante, cada vez son más utilizadas en pasillos o halls y entradas de edificios.
- Programador de horarios. Esto es muy útil sobre todo para luces exteriores, que suelen encenderse cuando empieza a caer la noche, pero que en algunos casos se dejan encendidas toda la noche sin ser necesarias. Con el programador podrían apagarse a una hora en la que ya no son útiles.
- Cédulas fotoeléctricas. Estás son unas de las más útiles para una vivienda. Estas cédulas se colocan en la estancia para que midan la luz natural y puedan regular el encendido o apagado de las bombillas, incluso gradúen el encendido de una o varias lámparas. Ellas se anticipan a nuestros ojos, y a nuestra decisión de levantarnos para encender o apagar un interruptor.
- Interruptores con temporizadores. Son los dispositivos que suelen colocarse en los baños de los restaurantes o centros comerciales, para que cuando el cliente lo abandone no olvide la luz encendida. Son muy útiles para garajes en los que puedes mantenerla encendida y salir sin tener que apagarla, pero que no se quede eternamente encendida sin necesidad
Aprovechar la luz en casa
Lo más recomendable es construir el edificio teniendo en cuanta en el diseño su orientación y otros factores que afectan a la luminosidad. Es importante por ejemplo, el buen aprovechamiento de la luz natural, para ello es importante tanto contar con elementos que dejen entrar la luz en la vivienda, como hacer un buen uso de ello.
Por ejemplo, colocando la sala de estar en la estancia en que entre luz a las horas que solemos pasar allí. Además pueden ayudarnos grandes ventanales, cristales transparentes en lugar de opacos, o tirar tabiques en el interior de la casa para que la luz que entra por las ventanas se distribuya por estancias sin ventanas.
También da una mayor sensación de luminosidad y ayuda a reflejarse a la luz, pintar las paredes en blanco o tonos claros.