Una fachada protegida es la fachada de un edificio que ha sido declarado protegido por la Comisión para la Protección del Patrimonio Histórico, Artístico y Natural, dependiente de cada ayuntamiento.
Hay diferentes grados de protección para los edificios, que cada ayuntamiento definirá dentro de su Plan General de Ordenación Urbana.
¿Cómo puedo saber si mi fachada es protegida?
Para saber si el edificio y su fachada es un bien protegido, se debe acudir al Catálogo de Bienes Protegidos del Ayuntamiento en el que esté ubicado el mismo.
Esta información es pública y accesible a todo el mundo, además, generalmente se puede consultar en la web del propio ayuntamiento, como por ejemplo las fachadas protegidas del ayuntamiento de Madrid se puede consultar en la web del ayuntamiento a través de un visor urbanístico en el que se puede descargar la ficha del elemento protegido.
¿Se pueden hacer obras en edificios protegidos?
A la hora de realizar obras de rehabilitación de edificios protegidos, es muy importante contactar con un profesional experto que asesore del tipo de obras que se pueden realizar y el procedimiento a seguir para la tramitación de las licencias y autorizaciones oportunas.
Cada ayuntamiento, en su plan general de ordenación municipal, define el tipo de actuaciones permitidas y la forma en la que se tienen que ejecutar, por ejemplo, para rehabilitar una fachada protegida.
Una vez solicitada la licencia para la actuación prevista, los servicios técnicos municipales elaborarán un informe para evaluar si la actuación solicitada se ajusta a la normativa vigente municipal. Las obras permitidas dependerán del grado de protección y el nivel de catalogación del edificio.
Rehabilitación de fachadas protegidas
Generalmente, para reformar una fachada protegida, ha de conservarse la fachada en su estado original, se podrá actuar sobre los huecos (ventanas) siempre y cuando se conserve la estética del edificio original.
Cuando se opta por la rehabilitación de fachadas, además de los criterios de conservación de la fachada, la actuación ha de ajustarle a los criterios de eficiencia energética vigentes, por lo que dependiendo del tipo de fachadas, habrá que realizar obras de mayor o menor envergadura. Por ello el precio de la rehabilitación de la fachada puede variar mucho dependiendo del proyecto.