¿Electrodomésticos de Champions o de Permanencia?
En el 2014 la Unión Europea obligaba a los fabricantes a dividir clases adicionales a la clase A para así diferenciar aquellos electrodomésticos que cumplían con la clasificación más eficiente, dando la etiqueta energética A+++ a la máxima categoría.
El significado de A+++ según la normativa europea es la máxima certificación que le podemos dar a las instalaciones o electrodomésticos que garantizan un bajo consumo de energía.
Por ejemplo, a la hora de comprar un frigorífico A+++ frente a uno A+ podríamos ver nuestra factura de energía eléctrica disminuida alrededor de 100 kWh/anuales, con lo que el ahorro es considerable (alrededor de un 30%).
En el caso de la lavadora, el consumo de una lavadora A+++ es casi un 30% inferior al de una A+. Otra cuestión importante en las lavadoras a+++ es fijarnos en la etiqueta energética en el agua que consume, sobretodo en aquellas zonas donde el precio del agua es mayor o tienen un uso racionalizado, siendo el consumo de agua mucho más reducido en las A+++ frente al resto de categorías. Usando lavadoras con carga de 8 kg estaremos usando de forma racional este electrodomético y consumiendo mucho menos agua y energía eléctrica.
Lo mismo que el consumo de una lavadora ocurre con un lavavajillas A+++, ya que ambos consumen tanto energía eléctrica como agua, teniendo este último un consumo menor en el hogar. Es importante cargar el lavavajillas tal y como el fabricante lo aconseje y respetar los espacios para cada hueco, intentando no sobrecargarlo ni dejarlo medio lleno. Usando programas ECO puedes tener tanto un gran rendimiento como un buen lavado.
Termo eléctrico
Otro aparato que supone un alto gasto energético es el termo eléctrico. Si tu vivienda utiliza Agua Caliente Sanitara (A.C.S.) a través de un termo, puedes instalar un enchufe con reloj para tenerlo encendido desde algunas horas previas a la mayor demanda de agua caliente (duchas) y apagado en horas donde no se prevé consumo de agua caliente, así evitarás estar calentando el agua de forma innecesaria.
Igualmente significaría un gran ahorro comprar un termo A+++ más eficiente que gaste menos energía para calentar la misma cantidad de agua.
Consejos para un buen ahorrador
Para un buen ahorro, debemos fijarnos en qué electrodomésticos usamos de forma constante (frigorífico, congeladores, …) y aquellos que usamos de forma no tan constante como son la lavadora, secadora o lavavajillas. Además de fijarnos en los electrodomésticos que más energía gastan.
Es bueno invertir en primer lugar en aquellos que usemos de forma constante, como es el caso del frigorífico o el congelador, seguidos por aquellos que usamos en función de nuestro consumo, como lo es una lavadora, y por último aquellos que usamos menos (lavavajillas, TV, …)
Podemos intentar ahorrar a la hora de consumir menos energía comprando electrodomésticos más eficientes como lo son los A+++, pero también podemos ahorrar en nuestra factura si contratamos con nuestra compañía eléctrica una tarifa con discriminación horaria y revisamos la potencia de luz que contratar.
Si nos habituamos a utilizar electrodomésticos programables y a usarlos en los tramos de noche o de la mañana (como pueden ser las lavadoras, lavavajillas, …) podemos reducir la factura de la luz y ahorrar mucho dinero a final del mes.