Es muy usual cambiar la instalación trifásica de 400 V a una monofásica de 230 V cuando no se necesita tener el suministro eléctrico en trifásico. Este cambio permite contratar potencias eléctricas más bajas y más acordes con lo que realmente necesitamos.
¿Cómo hacer el cambio de trifásico a monofásico?
En primer lugar, tendremos que cerciorarnos de que no tenemos ningún receptor, máquina o consumo eléctrico trifásico que necesite una tensión de 400 V, ya que al hacer el cambio a monofásico estos receptores dejarían de funcionar.
A continuación, un técnico instalador autorizado se encargará de modificar y adaptar la instalación eléctrica a monofásica. También se tendrá que cambiar a un nuevo contador monofásico, que normalmente instalará la compañía distribuidora.
El instalador autorizado emitirá un nuevo boletín eléctrico o Certificado de Instalación Eléctrica (CIE) en el que reflejará en detalle las características de la instalación eléctrica, así como la modificación realizada, la potencia eléctrica admisible y las pruebas y medidas de seguridad realizadas en la instalación.
Diferencias entre una instalación monofásica y una trifásica
Para saber si realmente necesitamos una instalación monofásica o trifásica, es importante entender en qué consiste cada una de ellas.
Instalaciones monofásicas
La tensión de esta instalación es de 230 V. La mayoría de viviendas tienen este tipo de instalación, ya que no suelen necesitar una electrificación superior a los 9,20 kW.
El mismo nombre nos indica que este tipo de instalación tiene una única fase y, por lo tanto, la potencia contratada la proporciona una misma fase que es usada por todo el inmueble.
Instalaciones trifásicas
La instalación trifásica tiene una tensión de 400 V y, como nos indica su nombre, tiene tres fases que se dividen y reparten por igual en toda la instalación del inmueble.
Así pues, la potencia contratada la tendremos repartida y dividida por las tres fases .Al tener la instalación equilibrada, cada fase consumirá 1/3 de la potencia contratada. En el caso de tener una potencia contratada de 9,20 kW, está quedará repartida en 3,06 kW por fase.
¿Qué es más caro: trifásico o monofásico?
El inconveniente que existe con las instalaciones trifásicas es que, en ocasiones, al conectar varios electrodomésticos o aparatos electrónicos en la misma fase, se puede superar la potencia permitida en esa fase. Esto provocaría que salte el IPC (Interruptor de Control de Potencia).
Por ello, cuando se tiene una instalación trifásica se tiende a contratar potencias superiores a las que realmente se necesitan y esto hace que los recibos mensuales de la luz sean más elevados de lo usual.
Es decir, por lo general las instalaciones trifásicas suelen ser más caras porque necesitan una mayor potencia para que estén en funcionamiento todas las zonas de la casa o inmueble.
Otra forma de reducir el importe de la factura eléctrica, además de hacer el cambio de suministro trifásico a monofásico, es cambiar la tarifa de la luz y gestionar cuándo se consume la electricidad. Por ejemplo, al hacer el cambio a una tarifa nocturna de la compañía eléctrica y teniendo en cuenta hacer el consumo por la noche o en las horas más baratas nos ahorrará dinero a final de mes.
Es aconsejable calcular la potencia que se necesita y el tipo de instalación apropiada para tu inmueble. Muchas veces no nos queda elección, ya que si se tiene una máquina o receptor trifásico en el suministro, tendrá que ser trifásico.
El cálculo de la potencia necesaria para tu inmueble, al tratarse de un trámite con un coste adicional, es mejor que el estudio lo realice un técnico competente o instalador autorizado. Este te indicará la potencia exacta que se necesita para el funcionamiento óptimo de la instalación eléctrica.
También nos queda la posibilidad de poder cambiar el receptor de trifásico a monofásico, pues algunos motores y máquinas nos ofrecen esta posibilidad.
¿Cuánto cuesta el cambio de suministro trifásico a monofásico?
El importe a pagar por la modificación de una instalación trifásica a una monofásica dependerá del técnico instalador autorizado que realice los cambios y adaptación de la nueva instalación monofásica. Por lo general, y teniendo en cuenta que necesitaremos un nuevo boletín o certificado de instalación eléctrica (CIE), el precio rondará entre los 400€ y los 600€, dependiendo de la potencia y el tipo de instalación.
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