Mejorar la eficiencia energética de un inmueble es el principal objetivo de las subvenciones de rehabilitación energética de la vivienda aprobadas por Gobierno. Se trata de una serie de medidas fiscales que permiten deducirse entre un 20% y un 60% del IRPF a aquellos ciudadanos que realicen en su vivienda obras destinadas a reducir tanto la demanda de calefacción o refrigeración, como el consumo de energía no renovable en inmuebles y edificios también aplicable a viviendas que se tengan en arrendamiento.
Para este fin el Ejecutivo ha destinado 450 millones de euros. Y es que, en nuestro país, más de la mitad de las viviendas fueron construidas antes de 1980. Por tanto, el 80% de los inmuebles tienen una baja calificación en consumo de energético. Es decir, no son hogares eficientes energéticamente.
Estas ayudas, aprobadas por el Consejo de Ministros, y recogidas en el Real Decreto 853/2021 se enmarcan dentro de los programas de ayuda en materia de rehabilitación residencial y vivienda social del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia.
Tipos de ayudas para la rehabilitación de la vivienda
En decreto aprobado por el Gobierno recoge varias bonificaciones fiscales para la rehabilitación de las viviendas y edificios. Concretamente son tres. A continuación, te explicamos cada una de ellas.
Deducciones del 20% en el IRPF
Aquellos propietarios que realicen obras en su vivienda habitual, o en inmuebles de su propiedad arrendados, con el objetivo de reducir un 7% la demanda en sistemas de calefacción y refrigeración podrán deducirse hasta 20% del IRPF. La base máxima de deducción es de 5.000 euros anuales por vivienda.
Esta deducción se podrá aplicar a aquellas cantidades pagadas entre el 6 de octubre de 2021 y el 31 de diciembre de 2021.
Deducción del 40% en el IRPF
Cuando el objetivo de las actuaciones sea reducir en un 30% el consumo de energía primaria no renovable o mejorar la calificación energética de la vivienda habitual a “A” o “B”, el propietario podrá deducirse un 40% del IRPF. Con un máximo de 7.500€ anuales por vivienda.
La deducción se aplicará a aquellas cantidades pagadas entre el 6 de octubre de 2021 y el 31 de diciembre de 2021.
Deducción del 60% en el IRPF
Esta ayuda permite una deducción del 60% en el IRPF en las cantidades invertidas para llevar a cabo actuaciones que permitan reducir en un 30%, como mínimo, el consumo de energía primaria no renovable o mejorar la calificación energética de la totalidad del edificio a “A» o “B”. La base máxima de deducción es de 15.000 euros anuales, pero, a diferencia de las deducciones anteriores, estará vigente hasta finales de 2023.
Certificado energético, clave en las subvenciones de rehabilitación energética
Como ya hemos mencionado la eficiencia energética es la clave de estas subvenciones de rehabilitación energética.Para demostrar que las obras acometidas en la vivienda han cumplido este objetivo es necesario disponer de dos certificados energéticos. Uno debe ser emitido antes del inicio de las obras y el otro después.
Pero, ¿qué es el certificado energético? Un documento que informa sobre el consumo energético y sobre las emisiones de CO2 de un inmueble. Se trata de una etiqueta en la que se indica las calificaciones de emisiones y de consumo que el inmueble ha obtenido en su certificado energético, en una escala de colores que va de la A, la más eficiente, a la G, la menos eficiente. Es importante saber que el período impositivo para aplicar el incentivo fiscal en el IRPF es en el que se expide el certificado por el técnico competente y no antes. Si queremos aplicarla en 2022 es obligatorio que se expida el certificado este año.
Y, para pedir las ayudas ¿Qué otras cosas debo tener en cuenta?
Para poder beneficiarse de estas subvenciones de rehabilitación energética es importante tener en cuenta que:
- Solo se puede aplicar una deducción por obra
- No se puede pagar en efectivo
- Se puede incluir como base de la deducción: honorarios profesionales, costes de redacción de proyectos técnicos, dirección de obras, costes de ejecución de obras o instalaciones, inversión en equipos y materiales y los honorarios por la emisión de los certificados energéticos. Nunca se pueden incluir los costes de instalación o sustitución de equipos que usen combustibles de origen fósil.
- Se deben descontar para determinar la base de las deducciones las cuantías que hayan sido subvencionadas.
- Es necesario que el objeto principal de las obras sea la construcción de la edificación y que el coste exceda del 25% del precio de adquisición.
- Las ejecuciones de obras tributan al tipo reducido del 10% cuando los contratos se formalicen entre el promotor y el contratista directamente cuando se traten de construcciones o rehabilitación de edificios.
En definitiva, estas subvenciones de rehabilitación energética pretender alienar nuestro país con el resto de miembros de la Unión Europea y así cumplir con el objetivo propuesto de reducir las emisiones del reducir las emisiones de CO₂, como mínimo, en un 55%, en el año 2030.