Cuando tenemos que elegir una caldera de gas para nuestro hogar o negocio, es muy recomendable poder comprobar todas las características que necesitamos para comparar cual es el sistema que mejor nos conviene para la generación de Agua Caliente Sanitaria (ACS), calefacción o mixto.
Actualmente las calderas de condensación son una de las mejores elecciones si nuestro combustible es el gas, debido a las ventajas que esta caldera que conlleva son múltiples.
La eficiencia de las calderas de condensación
Uno de los valores que marcan la diferencia frente a las calderas convencionales es la elevada eficiencia que posee, ya que estos valores pueden suponer entre un 20 y un 30% mejores frente a la caldera convencional.
Esto es debido a que el aprovechamiento de calor dentro de la caldera, ya que el vapor generado de la combustión principal es reconducido y precalienta el agua que es introducida en la caldera, por lo que el rendimiento es bastante mayor, de alrededor un 110% frente al 70-80% de las convencionales, haciendo que estas sean las mejores del mercado.
También hace falta considerar que la mayor eficacia de estas calderas es cuando trabajan a baja temperatura, en torno a los 50-60ºC, ya que aprovecha mucho más el calor disipado, en cambio al aumentar la temperatura no consigue una eficiencia mejor.
Es recomendable que se instale una sonda de temperatura exterior, para conocer la diferencia que hay de temperatura entre exterior y el interior, ya que la caldera ajusta la necesidad de calentar el agua que entra en el circuito.
El funcionamiento de caldera de condensación es el siguiente:
Para cualquier combustión precisamos el combustible y aire, estos generan principalmente CO2, vapor de agua y otros gases. El calor producido de dicha combustión se reconduce y a través de un intercambiador de calor, calentamos el líquido que queremos elevar su temperatura, que puede ser el Agua Caliente Sanitaria (ACS) o la calefacción de nuestro hogar o negocio.
En las calderas convencionales el vapor de agua es desaprovechado y se extrae directamente a la atmósfera, mientras que en una caldera de condensación, este vapor es aprovechado para poder precalentar el líquido y así, con menos combustible, alcanzar la temperatura deseada.
Al reconducirse este vapor, las calderas de condensación, precisan un desagüe para poder evacuar el agua condensada.
¿Cómo afecta al certificado energético?
Lógicamente al tener un mayor rendimiento, y consumir menos energía, las emisiones de CO2 son menores, por lo que el programa CE3X realiza un cálculo menor de emisiones y necesidad energética que otros sistemas convencionales de calefacción de ACS y calefacción.
Este ahorro no solo se produce en las emisiones, sino también en la necesidad de consumir menos gas por lo que el ahorro en la facturación es considerablemente mayor, en torno a un 30%, dependiendo de la caldera a instalar y las necesidades que tengamos.
Otras ventajas de la caldera de condensación
A parte que estas calderas son más eficientes y producen un buen ahorro de energía, estas son mucho más silenciosas que las convencionales. Algún que otro inconveniente. A pesar que son las mejores del mercado, requieren una mayor inversión, pero se amortiza rápidamente debido al ahorro que conlleva. Además podrías solicitar alguna de las ayudas para cambio de caldera que suelen ofrecer las distintas comunidades autónomas.
La instalación es algo más compleja, ya que requiere una salida de humos para el vapor, y hay que realizar la instalación de la chimenea de forma que no provoque goteos y también instalar el desagüe para eliminar la condensación del vapor de agua en la caldera.