Las comunidades de regantes y los regadíos se enfrentan a uno de los mayores retos como son el clima, los fenómenos meteorológicos y el cambio climático. Las temperaturas son cada vez más extremas, aumentando las sequías y la desertización, con olas de calor más frecuentes. Por lo que la demanda de agua se incrementa por parte de los regantes, así como los costes de la energía para poder satisfacer este incremento de la demanda de agua.
Se hace necesario implementar en el sector medidas que reduzcan los consumos energéticos, la contaminación y la dependencia de combustibles fósiles. Mediante el uso de medidas de eficiencia energética y el aprovechamiento de energías renovables.
Según el IDAE, en España el 70% de energía que se consume en el sector agrario incluyendo los regadíos, proviene de combustibles fósiles. Un 20% viene de la electricidad, un 6% de gas y sólo un 3% de renovables. Esto en este último año está cambiando y el aporte de las renovables se está incrementando considerablemente.
Gestión hidráulica de los regadíos
Una gestión eficiente del sistema hidráulico es primordial para obtener unos buenos resultados de eficiencia del regadío.
Es muy necesario tener balsas de regulación y módulos de control en la red principal y en las ramificaciones para poder hacer una regulación del sistema de riego.
También se necesita conocer en tiempo real la demanda de agua mediante el uso de un sistema de telecontrol para así poder ajustar el suministro de agua.
La instalación de contadores de agua por parte de las comunidades de regantes permite tener control del uso del agua a nivel de la línea general e individual de cada regante.
Diseño de los sistemas de riego y de bombeo
Se debe diseñar la red de forma que sea energéticamente eficiente mediante la utilización de sistemas automáticos para utilizar menos energía y reducir el coste económico. También se puede hacer una programación del riego y utilizar la tarifa eléctrica más adecuada. Es esencial la contratación de la potencia adecuada a los requerimientos del sistema.
Es aconsejable establecer en las estaciones de bombeo, líneas de bombeo de diferente presión si la zona regable admite sectorizaciones independientes. Ya sea por la topografía de la zona o por el sistema de riego elegido para cada zona.
Se deben emplear variadores de frecuencia en el accionamiento de los motores de las bombas para lograr curvas altura/caudal en las bombas dependiendo de cada momento.
El diseño del sistema de bombeo a de ser tal que sea capaz de iniciar su funcionamiento. No tanto en base a la cota de presión necesaria para la parcela más desfavorable topográficamente sino en base a una señal. Ésta, debe ser de telemando y advertir al autómata qué hidrante o grupo de hidrantes ha comenzado a funcionar.
Es preferible diseñar estaciones a la intemperie para disminuir las necesidades de climatización de las estaciones de bombeo. Con la utilización, si no fuera posible, de métodos de ventilación naturales apoyados puntualmente por sistemas de extracción de calor.
Además, es aconsejable establecer dispositivos del tipo de batería de condensadores para disminuir la energía reactiva.
Por otro lado, los elementos de filtrado han de ser de limpieza automática, con el fin de evitar consumos excesivos por pérdidas de carga en los mismos.
Uso eficiente de la energía para riego
Es primordial reducir el uso de energía primaria no renovable mediante el uso de energías renovables. En la actualidad tenemos tres tipos de energías renovables que son aptas para su uso en los regadíos: la energía eólica, la energía proveniente de microturbinas y la energía solar fotovoltaica que en la modalidad de autoconsumo es una de las más extendidas.
Uso de la energía eólica para riego
La energía eólica se puede usar para estaciones de bombeo existentes y para nuevos proyectos y actuaciones de transformación de secano a regadío. Se necesita tener depósitos o balsas de acumulación de agua para poder tener agua de riego cuando no hay suficiente viento para bombear agua.
Generación de energía mediante microturbinas
Mediante la microturbina se puede producir energía en horas punta a partir del agua almacenada en los depósitos o balsas de acumulación. En este caso, no se dimensionará sólo para almacenar el agua de los bombeos si no para producir energía al desembalsar el agua de las balsas o depósitos. Esta energía eléctrica producida con las microturbinas se podrá vender a la red, usar para autoconsumo o en procesos asociados a los regadíos.
Energía solar fotovoltaica
El uso de la energía solar fotovoltaica es para sistemas aislados o conectados y se usa tanto para bombeos de Comunidades de Regantes como de particulares que encuentren dificultad de suministro de electricidad por lejanía a las líneas eléctricas. La modalidad más usada en la actualidad es la de autoconsumo con o sin compensación de excedentes. Sin embargo, la opción más eficiente es la modalidad de autoconsumo sin excedentes, en la que toda la energía producida se autoconsume principalmente para bombear agua a las balsas de riego o directamente al sistema de riego.
Bombeo fotovoltaico en regadíos
La solución más extendida en el sector agrario y en particular en los regadíos es el bombeo fotovoltaico o también llamada energía fotovoltaica para autoconsumo.
El alto precio de la electricidad, la necesidad de aumentar la rentabilidad, la protección del medio ambiente y la reducción de las emisiones están imponiendo en este sector del regadío el uso de las energías renovables, y en particular la fotovoltaica.
La energía fotovoltaica es cada vez más viable económicamente, y está sustituyendo a los grupos electrógenos y a la red eléctrica convencional en la alimentación de los sistemas de riego.
Energía solar fotovoltaica, autoconsumo para riegos
El autoconsumo representa una importante oportunidad para mejorar los sistemas energéticos actuales. Es una oportunidad para los ciudadanos, las comunidades, las asociaciones y las empresas. Se trata de un elemento absolutamente crucial de cara a empoderar a los consumidores y convertir al conjunto de la ciudadanía en un sujeto activo y central del sistema energético y autosuficiente energéticamente. También es una pieza clave para realizar la transición energética con uso de las energías renovables.
El bombeo fotovoltaico tiene numerosas aplicaciones en la agricultura de regadío como los bombeos a balsa, bombeos directos a goteo o aspersores, además de poder alimentar sistemas complementarios como autómatas de regadío.
Finalmente, podemos decir que el incremento de los costes de la energía de los regadíos en los últimos años ha convertido el autoconsumo fotovoltaico en la primera opción de energía renovable dentro del sector agrario.
Los costes del consumo energético en los regadíos representan entre el 30% y el 50% de los costes totales de producción. Por lo que las instalaciones de bombeo fotovoltaico crean unos ahorros energéticos muy significativos, consiguiendo recuperaciones de la inversión de entre 5 y 11 años. Con la ayuda de un estudio previo realizado por técnicos profesionales se podrá maximizar la eficiencia del sistema y conseguir grandes ahorros y amortizaciones de la inversión más rápidas.