Cómo ahorrar en la factura de la luz
Ahorrar en la factura de la luz es un propósito que se hace evidente cuando llega la factura del mes. La gestión energética suele ser un concepto y hoy en día una línea profesional aplicable a los edificios públicos. Pero en vivienda, a pesar de la cultura de atomización que nos rodea por la cual cada individuo o familia se cocina ella sola los gastos, dicha gestión energética también es muy pertinente, y debería llegar el día en el que las comunidades de vecinos aparte de discutir temas de derramas, se planteen la conveniencia de las instalaciones centrales como en muchos países nórdicos.
Por ahora, pongámonos en el caso de una vivienda típica ocupada por varias personas, ya sea una familia, un grupo de estudiantes o varios realquilados con casero. Lo primero que hay que recordar es que la mejor manera de ahorrar energía es no consumirla.
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Por ello, se debe hacer hincapié en solamente encender los electrodomésticos que estemos utilizando en el momento y olvidar stand-bys y sistemas similares.
Lo mismo vale con los sistemas de iluminación y los aparatos de aire acondicionado. En este último caso, en muchos inmuebles existe simultaneidad de fuentes caloríficas (radiadores + bomba de calor), por tanto, debemos empezar por no utilizarlas a la vez, aunque parezca obvio.
En segundo lugar, la instalación de luminarias de bajo consumo como los LEDs reduce en la actualidad a mínimos muy razonables la factura eléctrica, con una mayor durabilidad de la lámpara y una curva de rendimiento mucho más resistente al paso del tiempo.
La domótica y el control inteligente de los sistemas de apagado y encendido (sensores de movimiento, apagado automático) es cada vez más esencial para reducir el tiempo de consumo y minimizar el olvido del ser humano de apagar las luces.
Es evidente que una conciencia despierta vale más que cualquier medida automática, pero con éstas se nos ayuda a tomar dicha conciencia de una manera progresiva. Por tanto, la correcta gestión de los recursos es el mejor ahorrador de energía casero que existe.
Ahorradores de energía
En tercer lugar, los ahorradores de energía que se comercializan a nivel doméstico no son en absoluto recomendables por la sencilla razón de que no producen ningún ahorro de energía.
Como en todo en la vida, hay que desconfiar de las solucionas inmediatas “baratísimas” y buscar más allá de lo que parece evidente. La única manera de ahorrar energía es la correcta elección de las luminarias, la gestión de las mismas y la contratación de una determinada potencia máxima, para no estar pagando por un límite que nunca utilizaremos. Deja en la tienda o en la teletienda ese ahorrador de luz para el hogar, ese enchufe ahorrador de energía, ese ahorrador de energía para casa o ese ahorrador de electricidad para viviendas. Es el mismo dispositivo totalmente ineficaz con diferentes nombres.
Si quieres ahorrar energía en tu vivienda o negocio puedes consultar con un profesional que realice un estudio de eficiencia energética y te aconseje que puedes cambiar en tu hogar para no consumir tanta energía sin necesidad.