El mantenimiento de fachadas sirve fundamentalmente para preservar la envolvente del edificio, que es el segundo punto caliente de las construcciones en cuanto a aparición de patologías, después de la cubierta. No se trata solamente de conservar el edificio en sí, sino de velar por la vida y la salud de las personas que se hallen en sus inmediaciones.
No está de más recordar los casos innumerables de caídas de revestimientos o trozos de cornisas que han causado heridas graves a transeúntes, a veces irreversibles. En las viviendas del Ensanche de Barcelona, en los últimos tiempos, ha habido numerosos casos de cascotes caídos a la vía pública por balcones en mal estado, cosa bastante lógica si se tiene en cuenta la fecha de construcción de las mismas, siglo XIX. O, poniéndonos en un caso reciente, el edificio que se derrumbó en Madrid por eliminación de un muro de carga por parte de algún propietario desaprensivo.
¿Necesitas un proyecto de rehabilitación de fachada?
Contacta con los mejores profesionales de tu zona
Pide presupuestoen menos de 1 minuto y gratis
Para dilucidar cómo tiene que ser el mantenimiento de las fachadas, no basta con las líneas generales que figuran en los manuales de buen uso de los edificios que deberían figurar en cualquier Inspección Técnica. Se debe hacer un análisis personalizado.
¿Qué debe analizarse en una fachada?
- Mapa de todos los parámentos exteriores en donde se señale la posición de las anomalías, fotografías de los mismos desde todos los ángulos posibles – por eso es tan importante el acceso a todas las viviendas del bloque, más que por el análisis de las viviendas en sí -, y catalogación y numeración de las anomalías o patologías, en forma de fichas, para que a la hora de llevar a cabo las reparaciones, se tenga ya una buena base de trabajo analítico previo.
- Análisis de los puntos calientes de la fachada. Encuentros con elementos salientes, anclajes, sujeciones, etc.
- Análisis de la cara interior de las fachadas. En este caso, como es la que corresponde al uso diario privado, lo normal es que sea muchísimo más difícil comprobar si existen problemas porque el propietario lo normal es que tenga la casa reluciente y bien revestida, una costumbre totalmente entendible y además deseable, pero que es un hándicap para la revisión técnica. Ojo, que esto no se malinterprete. El mantenimiento de las fachadas por el interior es tan necesario como el exterior, pero paradójicamente impide el análisis del edificio, porque más que sanear, en muchas ocasiones se ocultan vicios.
Por último, si se quiere pedir una ayuda o subvención que el Gobierno Central y los Autonómicos destinan discontinuamente a rehabilitación de fachadas, no está de más recordar que dicho estudio previo es imprescindible como condición previa. Ya sea una Inspección Técnica de Edificios o un Informe de Evaluación de Edificios, que incluye la ITE, certificado energético e Informe de Accesibilidad.
Sabemos que el mantenimiento de fachadas es imprescindible para alargar la durabilidad del edificio y prolongar las condiciones de confort y bienestar de sus habitantes, pero no está de más que un incentivo en forma de subvención anime a las comunidades de propietarios a acometer las obras necesarias.