A menudo habremos oído hablar de los puentes térmicos, pero la mayoría de la gente no tiene claro de qué estamos hablando.
Un puente térmico es una zona de la envolvente de un edificio (ya sea la fachada, un techo que da a una terraza o tejado, o cualquier otra zona que limite el edificio con el exterior) por donde se pueden producir fugas caloríficas.
Estamos hablando de partes de la envolvente del edificio que podrían ser puntuales, lineales o zonales. Y por esas zonas se nos “escapa” el calor de nuestras viviendas cuando las calefactamos en invierno, o nos entra el calor desde el exterior cuando en verano tratamos de refrigerar un edificio.
Tengamos en cuenta que un puente térmico no sólo nos perjudica en invierno cuando conectamos la calefacción, y parte del calor generado se disipa por paredes, techos y suelos hacia el exterior, sino que nos puede afectar en verano, cuando el calor de la calle logra acceder fácilmente a nuestras viviendas haciendo que nuestros equipos de aire acondicionado tengan que trabajar más para suplir el calor procedente del exterior. Puedes consultar cómo calcular los puentes térmicos en CE3X.
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Dónde se encuentran los puentes térmicos
Los puentes térmicos se localizan normalmente en los encuentros entre distintos materiales y elementos que componen la envolvente del edificio.
Una fachada puede estar compuesta por una pared exterior, una cámara de aire (con o sin aislamiento térmico) y un tabique interior; pero la composición de las fachadas, no son continuas ni homogéneas, la cámara de aire puede verse interrumpida por un pilar o una viga que da a la fachada.
Por otra parte, sabemos que el calor se transmite de un extremo al otro de un material y que la facilidad para transmitirse dependerá del tipo de material (los metales conducen mejor el calor que la madera, por ejemplo), y del espesor de los materiales (a mayor espesor de un muro más dificultad y viceversa).
Pues bien, cuando el calor se transmite desde un extremo de una fachada hacia el otro va a tener que atravesar elementos de distintos espesores y distinta composición, teniendo más facilidad para atravesar unos elementos que otros.
Un pilar de fachada que conecta la cara interior de ésta con la cara exterior transmite con más facilidad el calor, que la misma fachada en la zona donde no hay pilares sino una cámara de aire que interrumpe el flujo del calor desde un extremo de la fachada hacia el otro extremo opuesto. Si además, esta cámara de aire tiene un material aislante en su interior (aislamiento térmico) aún ofrecerá mayor resistencia al paso del calor.
Como estamos viendo, los materiales ofrecen una “resistencia térmica” que dificulta el paso del calor mientras que otros materiales facilitan la transmisión de calor.
Tipos de puentes térmicos
Los puentes térmicos pueden ser lineales, lineales o zonales:
- Un puente térmico puntual puede ser un tornillo que atraviesa un elemento de madera desde un extremo hacia el otro. A lo largo de ese tornillo podría estar circulando el calor, pues el metal condice mejor el calor que la madera.
- Puente térmico lineal. Es el más habitual. Se trata de una zona de contacto entre dos materiales distintos. Por ejemplo, el encuentro entre una ventana con la pared, o el encuentro entre una pared de ladrillo con un pilar de hormigón o de metal. Los encuentros entre esos materiales no siempre están bien sellados y pueden facilitar que el calor se escape.
- Puente térmico zonal. Este caso lo vamos a encontrar, por ejemplo, cuando una fachada con cámara de aíre, tiene una zona en la que el aislamiento térmico se ha interrumpido o simplemente no se ha colocado.
en la fotografía podemos ver el puente térmico lineal que corresponde al encuentro entre una puerta y el suelo. Se trata de un puente térmico lineal.
La problemática de los puentes térmicos
Los sistemas de construcción tradicionales suponen pérdidas de calor constantes en nuestras viviendas. Este punto era considerado como irrelevante hasta que estudios más recientes nos han revelado que las fugas de calor a través de los puentes térmicos pueden suponer hasta un 15 % del total de las fugas caloríficas de una vivienda. Y esto supone dinero, mucho dinero al final del año.
Las construcciones modernas suelen poner cierto énfasis en la eliminación de esos puentes térmicos, ya sea colocando materiales aislantes en los puntos críticos, ya sea adoptando soluciones constructivas o materiales más eficaces.
En las viviendas ya construidas lo tenemos más difícil para poner solución a los puentes térmicos, pero siempre podremos adoptar medidas eficaces como veremos a continuación.
Carpinterías con rotura de puente térmico
Debemos aclarar que las carpinterías de madera, al tratarse de un material mal conductor del calor, suelen evitarnos los puentes térmicos, pero con el paso del tiempo, la madera se ve alterada perdiendo estanqueidad y provocando puentes térmicos con facilidad.
Las ventanas de PVC son una buena solución. Los plásticos conducen mal el calor, y no se ven tan afectados como la madera respecto a las deformaciones.
El aluminio es el material más usado para las carpinterías pues no se alteran con los cambios de temperatura y humedad, aunque suelen tener como problema principal que transmiten el calor con facilidad al tratarse de un metal.
Afortunadamente, la industria nos ha proporcionado las carpinterías con roturas de puente térmico, de modo en el interior de la perfilería se instala un material aislante que frena las emisiones de calor.
En esta imagen vemos el interior de la perfilería en una ventana de aluminio. La cámara de aire interior se ha rellenado con un material aislante (de color marrón) que rompe el puente térmico.
Aislamiento térmico en fachadas
Como apreciamos en la imagen anterior, el calor se transmite en las fachadas aprovechando los pilares o vigas.
Si aislamos térmicamente la fachada desde el exterior del edificio (como vemos en el dibujo de la derecha) el calor se verá interrumpido y tendrá dificultades para trasladarse al interior de la vivienda.
En cambio, si aislamos térmicamente el edificio desde el interior, tendremos interrupciones en los tabiques y forjados del edificio, por lo que no habremos podido romper los puentes térmicos.
Aislamiento de vigas y forjados
En esta imagen podemos ver los puentes térmicos que la estructura de un edificio (pilares y forjados) pueden provocar.
Como en el punto anterior, la mejor solución es el aislamiento térmico desde el exterior.
Aislamiento en cajas de persiana
Las persianas son una de las zonas por donde más calor se pierde. Se trata de un hueco sólo protegido del exterior por la fachada, pero a menudo, sin material que lo aísle. En la fotografía se observa cómo en el interior del tambor de la persiana se ha instalado un material aislante que evita las pérdidas caloríficas.
Aislamiento de tejados y terrazas
Las viviendas que limitan con las terrazas o tejados superiores del edificio, tienen el problema de sufrir pérdidas de calor en mayor proporción que otras viviendas. La colocación de material aislante (si es posible de manera continua y sin interrupciones) solucionará cualquier problema de puente térmico.
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