¿Cuándo legalizar instalación eléctrica?
Tendrás que solicitar el legalizar una instalación eléctrica siempre que se produzca algún cambio en una instalación eléctrica ya existente. Así, si compras una casa y quieres dar de alta la luz tras un tiempo sin suministro necesitarás legalizar una instalación eléctrica, exactamente igual que si quieres modificar algunas de las características fundamentales del mismo. También tendrás que realizar este trámite cuando realices una reforma de carácter sustancial en una instalación eléctrica antigua. Este trámite es condición excluyente para la concesión del suministro eléctrico, por lo que podemos afirmar, sin rubor, que es absolutamente indispensable de realizar.
También puede ser solicitado este trámite directamente por la administración municipal o autonómica, en el marco de un proceso de regularización y legalización de las instalaciones eléctricas.
Acorde a lo previsto en la normativa que recoge el Reglamento electrotécnico de baja tensión, toda las instalaciones comunes que existan en edificios de viviendas y posean una potencia superior a los 100 kilovatios estarán obligadas a pasar una inspección técnica cada diez años, mientras que los aparcamientos de más de 25 plazas están obligados a pasar esa inspección cada cinco años, exactamente igual que en los casos de piscinas con más de 10 kilovatios de potencia instalada y en locales como bares, restaurantes o cafeterías. .
Normalmente esta legalización pasa por diferentes pasos. El primero de ellos es cuando un instalador autorizado (un profesional de la electricidad que cumple una serie de requisitos establecidos por la normativa) emite el certificado de instalación eléctrica en baja tensión. A su vez esa documentación, junto con otra, deberá ser elevada ante la administración autonómica y ante la compañía suministradora.
La normativa marco establece una serie de casos especiales en los cuales habrá que realizar una legalización del suministro eléctrico, explicitando de qué tipo deberá ser el proyecto que sostenga la misma. Así, en casos de ampliación de potencia se exigirá siempre la adaptación a lo contenido en el Reglamento Electrotécnico para baja tensión, aunque la adaptación al mismo podrá ser inmediata o progresiva dependiendo de cuál sea esa ampliación. Además, si la instalación no cumple ninguno de los requisitos previstos en esa norma se procederá a la modificación completa de la misma.
En los casos de unificación de suministros se considerará como potencia de ampliación la suma de las dos potencias anteriores, y en base a la misma se tratará la nueva instalación de una u otra forma.
Los cambios de tensión que no conllevan ampliación de potencia tendrán una normativa particular, que deberá ser seguida por parte del encargado de esta legalización. Por último, la subrogación del contrato exigirá una revisión y legalización de la instalación eléctrica siempre que el contrato tenga una antigüedad de 20 años o más. Si el suministro se ha dado de baja y se solicita reactivarlo se requerirá un certificado emitido por instalador autorizado.
¿Cómo conseguir legalizar instalación eléctrica?
Para proceder a legalizar una instalación eléctrica tendremos que seguir una serie de trámites. El primero será que un instalador autorizado nos proporcione el certificado de instalación, que tendremos que presentar, junto con una serie de documentos, a la Administración autonómica, que por lo general estaré en la Consejería encargada de las ramas de Industria o Energía. Solventado este trámite, tendremos que entregar ante la compañía suministradora todos los documentos que nos haya solicitado, momento en el cual, y tras proceder al visto bueno de los mismos, se procederá a dar de alta al suministro de la instalación.
Evidentemente los proyectos, certificados y demás componentes técnicos de este trámite deberán estar firmados por profesionales autorizados para ellos (habitualmente electricistas con una categorización especial, aunque esto varía entre las diferentes comunidades autónomas, al ser una competencia regulada por las Comunidades Autónomas e incluso por los ayuntamientos). En cuanto a la presentación ante administraciones y empresas de la documentación, nuestra recomendación es que confíes en una gestoría, ya que de esa forma te aseguras de que todo se va a realizar en tiempo y forma acorde a derecho.
El precio que tendrás que pagar variará mucho dependiendo de factores como el tamaño de la instalación, el del inmueble o la antigüedad de esa instalación eléctrica. Podríamos decir que partiremos de un precio en torno a 150 euros y dependiendo de tales factores irá subiendo. A esto tendrás que sumar, en su caso, el abono de los gastos de gestoría y, por supuesto, los arreglos y modificaciones que debas de introducir en la instalación eléctrica si fuese menester.
A la hora de legalizar una instalación eléctrica se sigue un procedimiento tasado que pasa por la realización y entrega de una serie determinada de documentos. Para que tengas claro a qué nos estamos refiriendo vamos a citarte todos ellos aquí.
Lo primero que tendremos que hacer es solicitar a una Entidad de Inspección (un electricista homologado o una empresa de electricidad homologada para realizar tales labores) la inspección de la instalación. En ese momento deberemos entregarle una serie de documentos: la declaración responsable donde se declare que la instalación no está previamente legalizada; la copia del contrato de suministro firmado con la empresa distribuidora de energía (o, en su defecto, cualquier documento que justifique la antigüedad de la instalación); la última factura de la electricidad; la memoria técnica de carácter simplificado sobre la instalación, así como el esquema familiar, todo ello firmado por técnico competente; y el contrato de mantenimiento de dicha instalación. En ese momento la entidad de inspección adjunta toda esa carga documental al expediente y, con dicha información, procede a efectuar la inspección de la instalación, y a validar (o no), la misma. En caso de que sean necesarios algunos cambios para proceder a la legalización se comunicarán cuáles son, y se establecerá un plazo para su realización antes de proceder a legalizar una instalación eléctrica. Por último, la entidad de inspección expenderá el certificado de inscripción y la etiqueta de inspección periódica, lo que produce el efecto de legalizar una instalación eléctrica.
¿Qué es legalizar instalación eléctrica?
En ocasiones tendrás que solicitar la concesión de nuevo suministro eléctrico. Esto puede ocurrir al adquirir un inmueble, al volver a poner en marcha el suministro que se había cortado en una casa o, sencillamente, al solicitar un cambio en las condiciones de potencia en tu actual suministro. En estos tendrás que hacer la legalizacion de una instalación eléctrica.
Cuando hablamos de la legalizaciones de instalaciones electricas lo hacemos del procedimiento mediante el cual se verifica que una instalación eléctrica ya existente cumple en todos sus extremos con la normativa vigente del sector. Esta verificación puede venir de una administración pública o de la propia compañía suministradora de energía eléctrica.
Deberemos proceder a inspeccionar una instalación eléctrica siempre en instalaciones comunes de edificios destinados a viviendas que tengan una potencia en su instalación superior a los 100 kilovatios, en aparcamientos de más de 25 plazas, en piscinas que tengan una potencia instalada superior a 10 kilovatios, y en locales de concurrencia pública, tales como bares, restaurantes o cafeterías, en cualquier caso y con cualquier potencia instalada. Eso sí, la periodicidad que tendrán las revisiones en estos distintos casos será diferente.
Si lo que pretendemos es legalizar una instalación eléctrica existente de una cierta antigüedad es posible que las condiciones sean diferentes. Así, para legalizar una instalación eléctrica antigua, tendremos que proceder, con casi total seguridad, a su reforma previa. Por norma general se establece septiembre de 2003 como el punto a partir del cual esta legalización se podrá realizar sin introducir ninguna reforma. En caso de que la instalación sea anterior probablemente hay que acondicionar de alguna manera el cuadro eléctrico o el cableado de la instalación. Evidentemente estas posibles necesidades van aumentando a medida que vamos marchando atrás en el tiempo de forma casi exponencial. De todas formas será de interés constatar que algunas de estas instalaciones podrá regularizarse en atención a la normativa vigente en el momento de su construcción, y no a la actual, acogiéndose a lo previsto a diversas instrucciones de carácter autonómico. De ello se deriva un ahorro potencial para el particular muy grande, puesto que el volumen de las obras a realizar será, en buena lógica, mucho menor.
Fundamentalmente para justificar la necesidad de realizar una legalización sobre una instalación eléctrica tendremos que hablar de factores de seguridad y medioambientales, también económicos. En el caso de los primeros está claro que la seguridad siempre será mayor en una instalación eléctrica que sepamos está regularizada y presenta todos sus elementos “en perfecto estado de revista”. Además, dicha instalación será más eficiente, con lo que el coste económico final será menor. Por último, en caso de que exista algún accidente, la compañía aseguradora podría declinar parte de su responsabilidad si considera que la instalación no estaba adecuadamente en uso, por lo que el elemento económico también resulta de interés aquí.
Normativa y requisitos para legalizar instalación eléctrica
La normativa básica en las legalizaciones de instalaciones eléctricas tiene carácter estatal, y aparece contenida en el Real Decreto 842, de 2 de agosto de 2002, que aprueba el Reglamento electrotécnico para instalaciones de baja tensión.
Al margen de esta norma, que sirve como marco a las demás, el desarrollo de la misma y la regulación concreta de los casos aparece recogida en diferente normativa autonómica e incluso municipal. Más aun, cada compañía suministradora de energía eléctrica tiene una normativa propia en asuntos de enlace, por lo que también habrá que manejar estos datos para hacer frente de forma segura al trámite de legalizar una instalación eléctrica.
En otras palabras, dada la amplitud potencial de todo el cuerpo legislativo a manejar para este tipo de legalizaciones, así como su enorme variedad, es totalmente recomendable que te pongas en manos de expertos que puedan garantizarte un conocimiento profundo de la misma.
Dado que la fijación y desarrollo de la norma marco de carácter estatal corresponde a las comunidades autónomas algunas de ellas han optado por aplicar ciertas medidas excepcionales que podrían modificar bastante la uniformidad en estos procesos.
Un buen ejemplo de ello es Catalunya, que mediante sendas instrucciones de 2005, 2010 y 2012 ha posibilitado un procedimiento especial para legalizar una instalación eléctrica, que permite, como elemento más importante, legalizar una instalación eléctrica en base a la normativa vigente de cuando la propia instalación fue ejecutada, y no con la normativa actual, lo que reduce sobremanera la cantidad de reformas a introducir y, claro, disminuye igualmente sus costes. Esto se puede realizar sobre instalaciones de más de 15 años de antigüedad que estén obligadas a pasar una inspección periódica.
En estos casos la gran ventaja es la posibilidad de poder salvar la legalización de la instalación eléctrica sin necesidad de hacer obras en la misma, algo que encarecería sobremanera este trámite. Con todo, la decisión sobre esa necesidad o no vendrá en la memoria técnica simplificada, que tiene que estar obligatoriamente firmada por un técnico competente, e incluir un esquema unifilar.
Legalizar la instalación eléctrica acredita, por sí solo, el cumplimiento de la normativa, por lo que nos cubriría frente a posibles daños en relación a los efectos de no asunción de responsabilidades por parte de la empresa aseguradora. O, en otras palabras, si hemos conseguido legalizar una instalación eléctrica a la aseguradora, en su caso, le tocará pagar. Ahora bien, para pasar esta inspección es imprescindible contar con la documentación de puesta en funcionamiento de esa instalación, algo frecuentemente extraviado en edificios de una cierta antigüedad. Para salvar esa posibilidad la instrucción 9 del año 2012 prevé un procedimiento especial para legalizar esos inmuebles, que además dejará que dicha legalización se produzca en base a la legislación vigente en el momento en que fue fijada, y no en base a la legislación actual, lo que simplifica mucho el trámite (y reduce sobremanera sus costes).
Cuanto cuesta legalizar instalación eléctrica
Claro, aquí tienes un resumen sobre el precio de legalizar una instalación eléctrica:
Legalizar una instalación eléctrica implica validar que cumple con la normativa vigente y es seguro su funcionamiento. Este proceso es necesario cuando se realiza una nueva instalación, se modifica la potencia contratada, o se rehabilita un sistema antiguo. Para realizar la legalización, se debe contar con un instalador autorizado que revise la instalación y elabore el boletín eléctrico o certificado de instalación eléctrica (CIE).
El coste de legalizar una instalación eléctrica varía según la comunidad autónoma, la complejidad de la instalación y el tipo de inmueble. En términos generales, el precio medio oscila entre 180 € y 300 €. Este importe incluiría la emisión y registro del boletín eléctrico necesario para que la distribuidora de la zona realice el trámite de alta, aumento de potencia o cambio de titularidad.
Este coste puede verse incrementado por otros factores como necesidad de realizar modificaciones en la instalación para cumplir con la normativa, tamaño y uso del inmueble, así como la urgencia del servicio solicitado. Por ello, siempre se recomienda obtener varios presupuestos y asesoramiento profesional para entender mejor los cargos detallados y asegurarse de que el proceso de legalización se realice correctamente.
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